El uso de las TIC en las aulas de clases rurales o urbanas, ante el buen desarrollo y la buena práctica de la educación, enlazadas al quehacer del maestro y al aprender significativo del estudiante, se ha convertido, cada vez más, en un elemento imprescindible en el entorno educativo y un reto en la sociedad.
Este complemento, acompañado de recursos y medios educativos, como los son las herramientas tecnológicas, ha de generar en la comunidad educativa un reto, ante la Innovación e Inclusión y a su vez la Incorporación, de tal forma, que su extensión entre estudiante-maestro, generalizará la optimización de un mejor proceso de enseñanza-aprendizaje.
Sin duda, el análisis de distintas opiniones en el sector educación, avalan la importancia y la creciente perspectiva de la tecnología, lo que fomentaría un aprendizaje social y colaborativo, con una vertiente capaz de generar una vinculación de una educación transformadora y adaptable a las sociedades actuales. BERRIO, «En la actualidad el maestro, debe incorporarse al quehacer en el aula, anclado a la innovación de la pedagogía y la metodología, a la incorporación a las nueva herramientas de desarrollo de aula, respecto al conocimiento, para objetar el nuevo aprendizaje significativo, la inclusión que rompe paradigmas socioculturales, la equidad e igual de acceder al conocimiento, no existe limites, ni barreras para aprender significativamente, y más aún si estos procesos no están ligados a distintos desarrollos tecnológicos» (2019, p, 43)
Por ello, las TIC en la educación, debe ir acompañada de una serie de lineamientos que definan un marco de referencia para la toma de decisiones respecto de las acciones que se deben realizar durante el proceso. Identificando así tres dimensiones:
Primera: Información, vinculada al acceso, modelo y transformación del nuevo conocimiento e información de los entornos digitales
Segunda: Comunicación, vinculado a la colaboración, trabajo en equipo, y adaptabilidad tecnológica.
Tercera: Ética e Impacto Social, vinculado a las competencias necesarias para afrontar los desafíos éticos producto de la globalización, y auge de las TIC.
Se menciona que a partir de los distintos recursos que se grafican en las instituciones educativas, materiales y personales: No es en las TIC, sino en las actividades que llevan a cabo maestro-estudiante gracias a las posibilidades de comunicación, intercambio, simulación, acceso y procesamiento de la información que les ofrecen las TIC, dotándolos de habilidades y destrezas ante el aprendizaje significativo y el manejo del conocimiento, donde hay que buscar las claves para comprender y valorar el alcance de su impacto en la educación escolar, incluido su eventual impacto sobre la mejora de los resultados del aprendizaje.
Por:
Luis Fernando Daza López
Especialista en Gerencia Educativa de la CUMD.
Licenciado en Educación Básica con Énfasis en Matemática de la UdeA.
Yuliana Berrio Osorio
Analista
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