Capítulo 5|Efectos maravillosos del amor divino
1.Te bendigo, Padre celestial, Padre de mi Señor Jesucristo, porque te has dignado acordarte de mí, pobre miserable. ¡Oh Padre de las misericordias y Dios de toda consolación! (2 Cor.…
1.Te bendigo, Padre celestial, Padre de mi Señor Jesucristo, porque te has dignado acordarte de mí, pobre miserable. ¡Oh Padre de las misericordias y Dios de toda consolación! (2 Cor.…
4. Teme los juicios de Dios, ten pavor de la cólera del Todopoderoso. No quieras investigar las obras del Altísimo, sino examina tus iniquidades, en cuantas cosas pecaste y cuantas…
3. Por lo tanto, no te perezca grande cosa alguna de las que haces, ni la consideres preciosa y admirable, ni la estimes digna de reputación ni elevada. Nada es…
2. Yo te enseñaré, dice la verdad, lo que es recto y agradable a mis ojos. Piensa en tus pecados con gran dolor y tristeza y nunca te estimes en…
1.Hijo, camina en mi presencia de acuerdo con la verdad y búscame siempre con sencillez de corazón. El que anda ante mí en espíritu de verdad, será defendido de los…
Señor y Dios mio, tú eres todo mi bien. ¿Quién soy yo para que me atreva a hablarte? Yo soy un siervo tuyo muy pobre y muy pequeño, un miserable…
5. Escribe mis palabras en tu corazón y medítalas con diligencia, porque te serán muy necesarias en el tiempo de la tentación. Lo que no entiendes cuando lo lees, lo…
4. Pero, ¡qué dolor! Por el bien eterno, por el premio interminable, por la honra suprema y la gloria sin fin, ¡cómo son de flojos! ¡Qué pereza para no fatigarse…
3. Yo, dice Dios, desde el principio enseñé a los profetas y no he cesado hasta ahora de hablar a todos, pero muchos son sordos y duros a mi voz.…
2. Yo dije: Bienaventurado aquel a quien tú educas, Señor, y a quien instruyes por tu ley, para darle descanso en los días aciagos (Sal. 93, 12-13) y para que…