2. Así es, hijo. Pero no quiero que busques una paz que carezca de tentaciones o no experimente contrariedades. Deseo que pienses que has hallado el camino de la paz aun cuando fueras oprimido por muchas tribulaciones y por múltiples angustias. Si afirmas que no puedes aguantar tantas pruebas, ¿cómo podrás aguantar el fuego del Purgatorio?
De los males siempre se debe escoger el menor. Por eso, para poder escapar de los tormentos eternos, procura sufrir por Dios y con resignación los males presentes.
¿Crees tú que nada o poco sufren los hombres del mundo? No lo creas, aunque se trate de aquello que vive en las mayores comodidades.
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Fuente: Tomas de Kempis. La Imitación de Cristo. Edición Paulinas.