2. ¿Por qué te dejas consumir por una insensata tristeza? ¿Por qué te cansas con inútiles preocupaciones? Asume mi voluntad y no sufrirás daño alguno.
Si vas en busca de esto o de aquello y quisieres estar aquí o allá para tu mayor comodidad o para alcanzar una mayor satisfacción, nunca tendrás serenidad ni estarás libre de inquietudes porque en todas las cosas hay defectos y en cada lugar existen contratiempos.
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Fuente: Tomas de Kempis. La Imitación de Cristo. Edición Paulinas.