Pensar en el ambiente es pensar en el planeta y en su conservación. Miles de personas estamos tomando conciencia de la importancia que tienen los ecosistemas y la naturaleza para la existencia de la vida en el planeta.
Han sido muchos los fenómenos ambientales y los llamados de atención que la tierra ha venido haciendo a lo largo de los años por causa de los excesos en la explotación de los recursos naturales y en el impacto ambiental que ha causado el ser humano; el deterioro en las capas de la tierra es notorio y aún así, muchos insisten en seguir haciendo daño.
Por la web circulan videos espantosos de catástrofes naturales, fenómenos anormales en el ambiente, sujetos que cazan indiscriminadamente animales y especies en vía de extinción. Son exagerados la cantidad de ataques hacia la especie y la vida en el planeta.
Pero ya es hora de despertar, de abrir los ojos y valorar en cada partícula el milagro de vida, de descubrir en la inmensidad el sentido de las cosas y encontrar en ellas la interrelación y el objeto de su creación.
Es necesario crear una cultura del cuidado y la conservación del medioambiente, de enseñar a los niños y niñas el valor que tienen los recursos naturales para la vida en el planeta, de no ser así, el panorama del futuro no será nada alentador.
Por eso, en el Oriente Antioqueño, hoy queremos sumar la voz de miles de personas que conocen la importancia del medioambiente para convivir en un contexto de armonía y paz, porque reconocen el valor que tiene la tierra para poder cultivar y cosechar sus productos, y la labor que cumple el agua en el crecimiento y desarrollo de las plantas. Por qué reconocemos su valor tan sagrado para la humanidad y sabemos de la deuda ambiental que tenemos.
El medioambiente lo es todo, es nuestro motor de oxígeno, alimentos, diversión, conciencia y evolución. Estamos a tiempo de cambiar la historia y dejar un legado con más de las riquezas que en la actualidad tenemos. Ha llegado el momento de mirar más hacia el exterior y entender los mensajes que el medio nos brinda para adaptarnos a su entorno y no al contrario.
Es la hora de entrar a convivir con todas las especies que habitan la tierra, de respetar sus espacios y de tomar conciencia de su función. Es el momento de actuar.
Y hoy 22 de abril Día de la Tierra, queremos que todas las personas que lean esta publicación conserven para siempre ese mensaje de amor y respeto por la naturaleza para que cada día seamos más las voces que se unen al clamor de la madre tierra, ¡menos consumo + vida!