La satisfacción de ver al pequeño ocelote (𝐿𝑒𝑜𝑝𝑎𝑟𝑑𝑢𝑠 𝑝𝑎𝑟𝑑𝑎𝑙𝑖𝑠) internarse con gran velocidad en el bosque que a partir de ahora será su nuevo hogar, fue la mejor manera de cerrar un proceso exitoso de recuperación y rehabilitación que duró tres meses y que estuvo a cargo del Equipo de Fauna Silvestre de Cornare.
El regreso de este felino a su hábitat natural fue posible el pasado viernes 6 de mayo, gracias a una misión especial conjunta entre Cornare, el Comando Aéreo de Combate No. 5 de la Fuerza Aérea Colombiana e Isagen, quienes se aliaron para llevar a cabo esta liberación en un lugar con las condiciones necesarias para que el ocelote pueda continuar su ciclo de vida y cumplir sus funciones biológicas, y a la vez, generarle el mínimo estrés al animal en el proceso de traslado.
David Echeverri López, coordinador del Grupo Bosques y Biodiversidad de Cornare, manifestó que antes de la reincorporación del individuo “fue necesario identificar en la cartografía el hábitat más apropiado para la liberación y se determinó que una Reserva Forestal ubicada en la regional Aguas, en la que las comunidades se encuentran alejadas de la zona y que lleva un proceso de más de 30 años de restauración, cumplía con las condiciones requeridas”. Adicionalmente, agregó que este predio se considera un corredor biológico que tiene conectividad con los diferentes municipios de la zona como son San Carlos, San Rafael y Guatapé.
Desde muy temprano, integrantes del Equipo de Fauna Silvestre de Cornare y miembros de CACOM No. 5 se dieron cita para iniciar el traslado del animal en un helicóptero hasta determinado punto. Luego, hicieron trasbordo a una lancha que les permitió llegar al lugar exacto donde se abrió el guacal para que el ocelote gozara de nuevo de su libertad.
“Su Fuerza Aérea ha apoyado a Cornare para devolver a su hábitat natural una especie muy importante, el ocelote o tigrillo. Hemos dispuesto de un helicóptero UH-60 para hacer el transporte hasta el municipio de San Carlos y con nuestro equipo de trabajo y el equipo de la autoridad ambiental, hicimos la liberación en cumplimiento del Plan Institucional y en apoyo al Plan Artemisa, que busca la protección del medio ambiente y las especies naturales”, refirió el Teniente Coronel José Luis Castellanos, Comandante del Grupo de Combate 51 del Comando Aéreo de Combate No. 5 de la Fuerza Aérea de Colombia.
Su ingreso al Hogar de Paso y su recuperación
Este felino llegó al Hogar de Paso de Cornare el pasado 9 de febrero, tras el reporte de un ciudadano del municipio de El Carmen de Viboral, quien se comunicó con la línea de atención de fauna silvestre y manifestó haber hallado el animal escondido en una bodega, aparentemente débil y decaído. Inmediatamente la Unidad Móvil para atención de emergencias de la Corporación acudió al lugar para recogerlo.
Una vez el individuo fue valorado por el Equipo de Fauna Silvestre, se encontró que se trataba de un macho juvenil de aproximadamente ocho meses de edad y con un peso de 1.800 gramos. En cuanto al estado de salud del ocelote el panorama no era muy alentador, “ingresó en estado de shock, la saturación baja, con lesiones en todas las garras de los miembros anteriores, con una deshidratación severa y caquéctico, lo que nos llevó a inferir que probablemente pasó varios días sin comer antes de llegar a esas condiciones”, explicó Cristina Buitrago, médica veterinaria del Hogar de Paso de Fauna Silvestre de Cornare.
Debido a este diagnóstico, fue necesario que el ocelote recibiera una atención prioritaria y especial, por lo que el primer día fue conectado a fluidoterapia de rescate, recibió manejo de oxigenoterapia e incluso los profesionales determinaron que era preciso brindarle alimentación asistida para apoyar su recuperación. También le tomaron exámenes de sangre para empezar a descartar posibles causas de su estado y al día siguiente los resultados mostraron que tenía los glóbulos rojos en niveles muy bajos.
A pesar de todo este panorama, la buena noticia fue que este felino empezó presentar mejoría en muy poco tiempo, respondió de manera adecuada al tratamiento que se le instauró el primer día y cuando completó tres días en el Hogar de Paso ya era todo un guerrero. Solo bastó una semana para que mostrara un comportamiento completamente agresivo y esquivo a la presencia del ser humano, lo cual generó tranquilidad para el equipo de Fauna Silvestre, pues esto indicaba que no estaba humanizado y que podría reincorporarse en algún momento a su hábitat natural.
“Durante las primeras dos semanas se continuaron realizando exámenes de sangre periódicos para hacer un seguimiento de la mejoría del individuo, clínicamente mostró una muy buena respuesta al tratamiento, cada vez estaba más animado, empezó a comer solo y comenzamos a tratarlo como un individuo silvestre para lo cual le iniciamos una cuarentena lo más aislado posible del resto de los animales y las personas”, relató Cristina.
Un mes después y gracias a una evolución positiva, el ocelote fue trasladado a una jaula de rehabilitación, totalmente aislado, en la que contaba con vegetación natural, refugio y donde los profesionales procedieron a realizarle ejercicios de ahuyentamiento. Allí la alimentación se le suministraba a través de un tubo para que no tuviera contacto visual con las personas y cuando por alguna razón debían ingresar a la jaula para efectos de limpieza y verificar su estado, los encargados lo hacían completamente tapados.
A diferencia de otros animales que llegan al Hogar de Paso, el proceso de rehabilitación que requirió este felino fue mínimo, porque ya presentaba un comportamiento natural aceptable para convivir en estado silvestre, solo necesitaba completar su recuperación médica para volver a casa.
Cerca de tres meses completó el ocelote bajo los cuidados del equipo, quienes determinaron que ya estaba listo en todos los aspectos para regresar a su espacio natural, incluso había ganado un peso adecuado para su edad, puesto que ingresó pesando 1.800 gramos y al momento de la liberación ya alcanzaba los 3.800 gramos.
Días previos a su liberación, le tomaron nuevamente exámenes de sangre para verificar que estaba completamente sano y le realizaron otros análisis que son necesarios para este tipo de especies, para asegurar que no se libere un individuo con enfermedades al medio natural que luego pueda transmitir a otros animales silvestres.
Aún se desconocen los motivos que llevaron al ocelote a tal estado de salud y hasta el lugar en el que fue encontrado, y aunque inicialmente se habló de la probabilidad de que haya sido víctima del tráfico ilegal de fauna silvestre, esto no ha sido corroborado.
Para saber más sobre estos felinos
El ocelote es una especie que tiene distribución en toda la jurisdicción de Cornare, a excepción de la parte más alta del Páramo de Sonsón, donde se encuentra otra especie de felino que es el tigrillo lanudo (Leopardus tigrinus). Puede registrarse su presencia especialmente en los parches de bosque con mayor continuidad o mejor estado.
Es una especie valor objeto de conservación y un agente muy importante en la naturaleza, porque gracias a él se controla el tamaño poblacional de las presas pequeñas y medianas de las cuales el ocelote se alimenta. Por eso se conoce también como una especie sombrilla o indicador del buen estado del ecosistema.
Aliados en la protección de la fauna y flora
Esta liberación se llevó a cabo en el marco del Plan Artemisa que se lanzó en 2019 por el Gobierno Nacional y que busca la preservación, protección y cuidado del agua, los bosques y la biodiversidad como activos estratégicos de la Nación, el cual se convirtió en una prioridad para la Fuerza Pública. De igual manera, también aporta al cumplimiento de las metas del Plan de Acción Unificado para la Lucha contra la Deforestación y Delitos Ambientales, que se firmó en 2021 entre Cornare y las Fuerzas Militares y de Policía, para trabajar de manera conjunta y articulada en la protección de los recursos naturales y aunar esfuerzos para prevenir la deforestación en la región.
Fuente: Cornare