3. Es propio de la naturaleza humana ilusionarse con tales fantasía y señal de pequeñez de alma dejarse llevar tan fácilmente por los embustes del enemigo.
El demonio no mira si engaña o ilusiona con lo verdadero o falso, o si triunfa con el amor de lo presente o con el temor de lo futuro.
No se perturbe tu corazón, ni se acobarde (Jn. 14, 27). Cree en mí y ten confianza en mi misericordia. Cuando juzgas que estás apartado de mí, con frecuencia yo estoy más cerca. Cuando crees que casi todo está perdido, entonces es cuando muchas veces puedes ganar mayores méritos.
No debes emitir juicios según el sentimiento humano, ni aplastarte por cualquier dificultad, venga de donde viniere, y recibirla como si no hubiera ninguna esperanza de remedio.
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Fuente: Tomas de Kempis. La Imitación de Cristo. Edición Paulinas.