46. Todos los ricos del pueblo, para servirme de la expresión del Espíritu Santo (Sal. 44, 13) –según la explicación de San Bernardo– todos los ricos del pueblo suplicarán vuestra mirada de siglo en siglo,
y más especialmente al fin del mundo; o sea, que los más grandes santos, las almas más ricas en gracia y en virtud, serán las más asiduas en pedir a la Santísima Virgen, y en tenerla siempre presente como su
perfecto modelo de imitación, y su ayuda poderosa para socorrerlas.
Fuente: Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen María y el Secreto de María
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