16. Dios Padre entregó su Unigénito al mundo solamente por medio de María. Por más suspiros que hayan exhalado los patriarcas, por más ruegos que hayan elevado los profetas y santos de la antigua ley durante cuatro mil años a fin de obtener dicho tesoro, solamente María lo ha merecido y hallado gracia delante de Dios por la fuerza de su plegaria y la elevación de sus virtudes. El mundo era indigno —dice San Agustín— de recibir al hijo de Dios inmediatamente de mano del Padre. Quien lo entregó a María para que el mudo lo recibiera por medio de Ella.
Dios Hijo se hizo hombre para nuestra salvación, pero en María y por María.
Dios Espíritu Santo formó a Jesucristo en María pero después de pedir su consentimiento por medio de uno de los primeros ministros de su corte.
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