43. Si la devoción a la Santísima Virgen es necesaria a todos los hombres para alcanzar su salvación, lo es mucho más aún para aquellos que son llamados a una perfección particular; y no creo que una persona pueda adquirir una unión íntima con Nuestro Señor y una perfecta fidelidad al Espíritu Santo, sin una gran unión con la Santísima Virgen y una gran dependencia en su socorro.
Fuente: Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen María y el Secreto de María
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