9. Es contrario a la naturaleza humana llevar la cruz y amarla, castigar el cuerpo reduciéndolo a esclavitud, huir los honores, soportar gustosamente las injurias, despreciarse a sí mismo y desear ser menospreciado, sufrir las adversidades y las pérdidas y no desear en este mundo ninguna prosperidad.
Si te miras a ti mismo, nada podrás hacer solo de todo lo anterior. Pero, si confías en el Señor, él te dará fortaleza celestial y el mundo y la carne te estarán sometidos. Y si andas armado de la fe y estás marcado con la cruz de Cristo, ni siquiera le temerás a tu enemigo, el demonio.
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Fuente: Tomas de Kempis. La Imitación de Cristo. Edición Paulinas.