5. Entonces se verá que en este mundo fue sabio el que aprendió a ser necio y menospreciado por Cristo. En aquel día será agradable toda tribulación soportada con paciencia y toda iniquidad se tapará la boca (Sal. 106, 42).
Entonces todos los hombres piadosos se alegrarán y los deshonestos se entristecerán. En aquel tiempo el cuerpo mortificado se regocijará más que si se hubiese alimentado de delicias; resplandecerá el vestido tosco y el fino perderá su brillo; será más alabada la pobre casilla que el edificio ostentoso; más ayudará la continua paciencia que todo el poder del mundo.
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Fuente: Tomas de Kempis. La Imitación de Cristo. Edición Paulinas.