El brote de coronavirus representa un riesgo enorme para la salud pública y la economía mundial, pero también para la diversidad biológica. Sin embargo, la biodiversidad puede ser parte de la solución, ya que una diversidad de especies dificulta la propagación rápida de los patógenos.
Igualmente, cada vez es más evidente su impacto en la salud humana. Los cambios en la biodiversidad afectan al funcionamiento de los ecosistemas y pueden ocasionar alteraciones importantes de los bienes y servicios que estos proporcionan. Los vínculos específicos entre la salud y la biodiversidad incluyen posibles impactos en la nutrición, la investigación sanitaria y la medicina tradicional, la generación de nuevas enfermedades infecciosas y cambios significativos en la distribución de plantas, patógenos, animales e incluso asentamientos humanos, algo que puede ser alentado debido al cambio climático.
A pesar de los esfuerzos actuales, la biodiversidad se está deteriorando en todo el mundo a un ritmo sin precedentes en la historia humana. Se estima que alrededor de un millón de especies animales y vegetales se encuentran actualmente en peligro de extinción.
Con este panorama general y el escenario del coronavirus, la prioridad inmediata de la humanidad es evitar la propagación de COVID-19, pero a largo plazo, es importante abordar la pérdida de hábitat y biodiversidad.
Hacer las paces con la naturaleza
El primer informe de síntesis del PNUMA se titula “Hacer las paces con la naturaleza: un plan científico para abordar la triple emergencia del clima, la biodiversidad y la contaminación” y se basa en datos obtenidos mediante evaluaciones ambientales mundiales. La síntesis comunica cómo el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación pueden abordarse de manera conjunta en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Uno de los aciertos de este informe es que logra traducir el estado actual del conocimiento científico en mensajes nítidos, claros y accesibles basados en datos con los que el público general puede relacionarse y a los que puede darle seguimiento.
En primer lugar, ofrece un diagnóstico del planeta en relación con el cambio ambiental inducido por el hombre en la actualidad y aquel que se proyecta a futuro, poniendo los datos y las interrelaciones en perspectiva mediante el uso de infografías inteligentes, entre otras herramientas.
Con base en este diagnóstico, el informe identifica los cambios necesarios para cerrar las brechas entre las acciones actuales y las se necesitan para lograr el desarrollo sostenible. El análisis está anclado en la realidad económica, social y ecológica actual y enmarcado en la Economía y la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
Al sintetizar los últimos hallazgos científicos de las evaluaciones ambientales globales, el informe comunica el estado actual de los problemas más urgentes del mundo y las oportunidades para resolverlos.
Lea el informe completo en el siguiente enlace: https://cutt.ly/4vJrRA5
Fuente: https://www.un.org/