57. Serán como nubes tronadoras que vuelan por los aires al menor soplo del Espíritu Santo, que sin apegarse a nada, ni asombrarse de nada, ni inquietarse por nada, repartirán la lluvia de la palabra de
Dios y de la vida eterna; tronarán contra el pecado, retumbarán contra el mundo, golpearán al diablo y sus secuaces, y atravesarán de un lado a otro para la vida o la muerte, con la espada de dos filos de la
palabra de Dios, a todos aquellos a los que serán enviados de parte del Altísimo.
Fuente: Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen María y el Secreto de María
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