Amaneces con la lluvia, amaneces con el sol, con entereza y confianza a cumplir con tu labor. Dedicas todo tu tiempo, con abnegado valor a quien poco te defrauda. ¡Cultívala con amor! Con tu labor te haces grande y engrandeces los demás compartiendo con los tuyo alimento y bienestar. ¡Bienaventurada tierra que siempre frutos dará! Con las manos bendecidas la cosecha renacerá. Somos parte de ese campo, al salir a respirar el olor a frutos verdes, que germinan sin igual. Olvidar al campesino, sería algo fatal. Mucho daño causaría, es base fundamental. No abandones tu parcela, pues es tu amiga leal, el presente y el futuro para la prosperidad.
Con admiración y respeto, Anamerce Marto.
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