Oración para pedir la gracia de la devoción
Señor y Dios mio, tú eres todo mi bien. ¿Quién soy yo para que me atreva a hablarte? Yo soy un siervo tuyo muy pobre y muy pequeño, un miserable…
Escribe mis palabras en tu corazón y medítalas con diligencia
5. Escribe mis palabras en tu corazón y medítalas con diligencia, porque te serán muy necesarias en el tiempo de la tentación. Lo que no entiendes cuando lo lees, lo…
Mi promesa nunca falla a nadie, ni deja irse con las manos vacías al que confía en mí
4. Pero, ¡qué dolor! Por el bien eterno, por el premio interminable, por la honra suprema y la gloria sin fin, ¡cómo son de flojos! ¡Qué pereza para no fatigarse…
Yo les prometo cosas grandes y eternas y los corazones de los mortales no se mueven
3. Yo, dice Dios, desde el principio enseñé a los profetas y no he cesado hasta ahora de hablar a todos, pero muchos son sordos y duros a mi voz.…
Bienaventurado aquel a quien tú educas, Señor
2. Yo dije: Bienaventurado aquel a quien tú educas, Señor, y a quien instruyes por tu ley, para darle descanso en los días aciagos (Sal. 93, 12-13) y para que…
Capítulo 3|Escuchar humildemente la palabra de Dios que muchos no aprecian debidamente
1.Escucha, hijo, mis palabras. Son palabras dulcísimas, más elevadas que toda la doctrina de los filósofos y de los sabios de este mundo. Mis palabras son espíritu y vida (Jn.…
Habla, Señor, que tu siervo escucha
3. Que no me hable, pues, Moisés, sino tú Señor, Dios mío, eterna verdad, para que no me muera y quede estéril al ser solamente adoctrinado en lo exterior y…
Enseñan el camino y tú das energías para recorrerlo
2. Es verdad que pueden pronunciar palabras, pero ellas no dan el espíritu. Hablan elegantemente, pero si tú guardas silencio, no encienden el corazón. Enseñan la letra, pero tú abres…
Capítulo 2|La verdad habla interiormente
1.Habla, Señor, porque tu siervo escucha (1 Sam. 3, 10). Soy tu siervo, alumbra mi inteligencia para entender tus mandamientos (Sal. 118, 125). Dame un corazón dócil para escuchar tus…
Deja todo lo que sea transitorio y busca lo eterno
2. Esto dice tu amado: Yo soy tu salvación (Sal. 34, 2), tu paz y tu vida. Mantente cerca de mí y hallarás la paz. Deja todo lo que sea…