1.Hijo, mantente firme y espera en mí. ¿Qué son las palabras sino palabras? Vuelan por el aire, pero no hieren la piedra. Si eres culpable, piensa decididamente en enmendarte. Aunque la conciencia no te remuerda, considera que igualmente todo lo debes sufrir con alegría por amor de Dios. No es una gran proeza si alguna vez debes padecer por algunas palabras puesto que no eres capaz de soportar grandes golpes.
¿Por qué te llegan al corazón cosas tan pequeñas, sino porque tienes todavía sentimientos terrenales y prestas demasiada atención a los hombres? La razón de que tengas tanto miedo a los desprecios, es porque no quieres ser reprendido por tus faltas y buscas esconderte tras la sombra de disculpas.
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Fuente: Tomas de Kempis. La Imitación de Cristo. Edición Paulinas.