1. Hijo, no te ofendas si algunos piensan mal de ti y dicen cosas que no te gusta oír. Tu debes pensar peores cosas de ti mismo y considerarte el más frágil de todos.
Si andas por el camino del espíritu no te importarán las palabras que el viento se lleva. No es pequeña la prudencia que sabe callar en la adversidad y que se dirige interiormente a mí sin turbarse por los juicios de los demás.
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Fuente: Tomas de Kempis. La Imitación de Cristo. Edición Paulinas.