- Donde quiere que fueres y donde quiera te volvieres, siempre serás un pobre hombre si no te conviertes a Dios. ¿Por qué te afliges cuando no se te da lo que querías y deseabas? ¿Hay quién tenga todas las cosas según las codiciaba su voluntad? Nadie: ni yo, ni tú, ni hombre alguno sobre esta tierra. No hay persona, aunque sea rey o papa, sin tribulación o angustia. ¿Quién poseerá la parte mejor? Sin duda el que puede padecer algo por Dios.
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Fuente: Tomas de Kempis. La Imitación de Cristo. Edición Paulinas.