Gracias a las 20 mil familias campesinas, comunidades indígenas, afro y pescadores artesanales que cuidan 200 mil ha de importantes corredores biológicos y ecosistemas que son fuente de vida en el país, BanCO2 logró el reconocimiento El Colombiano Ejemplar 2018 en la Categoría Medio Ambiente, Institución.
Este es un logro que proyecta al esquema de Pago por Servicios ambientales como la principal estrategia para frenar la deforestación en Colombia al tiempo que reconoce su compromiso con el desarrollo social, cultural y económico del país.
“Este es un premio a la persistencia, a los campesinos que históricamente han conservado sus bosques, a los seres humanos ubicados en los lugares más escondidos y que a costa de su presupuesto han entendido que proteger los bosques es una buena estrategia para ellos y toda la comunidad. Se trata de una iniciativa que está dignificando la labor de las comunidades rurales”, expresó Carlos Mario Zuluaga Gómez, Director General de Cornare y gestor de la iniciativa hace seis años.
El periódico El Colombiano otorga este galardón cada año en nueve categorías como una oportunidad para hacer reconocimiento, agradecer y exaltar las experiencias de vida de aquellas personas e instituciones que lejos de quedarse esperando a que el mundo cambie, se han dedicado a transformarlo.
Esto hace justamente BanCO2, pues desde su creación ha impulsado la transformación de vidas por medio de la protección del medioambiente. “Es un reconocimiento al Esquema por el esfuerzo por conservar ecosistemas estratégicos. Nuestros campesinos han visto en BanCO2 la oportunidad de recibir un ingreso que les ayude a volver a sus territorios con oportunidades de mejorar sus renglones productivos y su calidad de vida de manera más digna y sostenible”, expresó Albeiro Lopera, Coordinador del programa en Cornare.
Con una inversión de 32 mil millones de pesos, que provienen de los recursos de 200 empresas aliadas y las Gobernaciones de Antioquia, Guainía y Tolima, así como de las Autoridades Ambientales del país, el esquema trabaja por la preservación de ecosistemas como humedales, páramos, bosques húmedos y secos, arrecifes, entre otros, gracias a los socios y comunidades que los habitan, quienes reciben recursos correspondientes al pago del costo de oportunidad que representan las acciones de conservación, restauración y mitigación de estas zonas de protección.
Actualmente, el esquema ha adaptado el PSA a tres líneas de conservación específicas, según las características del ecosistema, los intereses de conservación y la reglamentación colombiana sobre PSA. Se trata de BanCO2 Agua, con la cual se protege el recurso hídrico destinado al abastecimiento de poblaciones humanas; BanCO2 Plus, mediante la que se compensa la huella de carbono de empresas y esta es certificada a través del ICONTEC; y BanCO2 Bio, que busca la protección de corredores biológicos para la conservación de plantas y animales en peligro de extinción como el puma, el jaguar y el oso de andino, entre otros.
Familias ejemplares en nuestra jurisdicción
2.394 familias de los 26 municipios que integran la jurisdicción Cornare conservan 25 mil 400 hectáreas y ecosistemas estratégicos como el Páramo de Sonsón mediante las tres líneas. Los campesinos socios de BanCO2 no solo reciben su pago por la conservación de los ecosistemas estratégicos, sino que también reciben el apoyo para implementar sistemas productivos alternativos como apicultura, cultivos de jagua, higuerilla, arroz secano y rutas ecoturísticas. Es el caso de Diana Álvarez, una socia de BanCO2 que junto a su familia protege cuatro hectáreas de bosque nativo en Guarne y a su vez creó un proyecto productivo denominado Reserva Tahamíes, una iniciativa ecoturística en la que se ofrece a los visitantes una alternativa natural para el disfrute de aquellos que quieren divertirse y a la
vez aprender sobre historia y recursos naturales.
“Seguir cuidando este pulmón natural que tenemos es la meta de nosotros como socios BanCO2 y un proyecto familiar en el que estamos todos involucrados. Así, no solo cuidamos el bosque, sino que tenemos un sustento que nos permite preservar los recursos de la Reserva”, puntualiza Álvarez.
Para desarrollar el proyecto, la familia de Diana recibe al mes 400 mil pesos, gracias a la compensación de las empresas Eurocerámica y Mane. También son asesorados por Cornare, tanto en el cuidado del bosque, como en su caracterización y en el desarrollo del proyecto productivo.
La apuesta es por la conservación de los ecosistemas estratégicos de la mano de los campesinos que a su vez transforman sus vidas.
Fuente: Oficina de Comunicaciones de CORNARE