… y más, porque la historia de nuestro Municipio, Sonsón, no puede seguir ignorando la época anterior al 4 de agosto de 1800, cuando un grupo de colonos venidos de Rionegro y Marinilla, acosados por la pobreza y desplazados, llegaron a estas tierras en el año 1789 y se asentaron inicialmente en este territorio, a orillas del río Arma, tal como lo anota el historiador, Jairo Antonio Franco Alzate, en su libro «Desplazados y Terratenientes en la Colonización Antioqueña del Sur, 1780 – 1930» y en el cual el Señor José Antonio Alzate, quien se radicó con su familia en estas tierras, se constituyó en el autentico líder y a quien le negaron el titulo de “Juez Poblador”; honor solo reservado a quienes poseían fortunas e influencias políticas y la razón por la cual finalmente fue otorgado al terrateniente de Rionegro, José Joaquín Ruiz y Zapata, quien ocasionalmente visitó estas tierras y pudo demostrar ante las autoridades de la Corona Española su poderío económico al comprar grandes extensiones de tierra al Sr. José Antonio Villegas, para luego hacerse nombrar como tal, el 4 de agosto de 1800, como figura en el acta de fundación de “San José de Ezpeleta de Sonsón”.
… y más, porque de igual manera es la fecha oportuna para exaltar, valorar, reconocer la presencia de muchos hombres y mujeres de bien e instituciones que a lo largo de su prodigiosa historia, han dado y ofrecido lo mejor de sí, en bien de su desarrollo y progreso cultural, económico, político, social, ambiental, educativo, histórico, religioso, solidario, periodístico, y de infraestructura en sus 1.323 kms cuadrados, sus 8 corregimientos, sus 108 veredas, y 26 barrios de su área urbana.
…y más, porque este es, igualmente, el momento oportuno para convocar en esta época, tanto a los sonsoneños residentes, adoptivos y a quienes viven en otras latitudes para que unidos en ideales, sueños y propósitos emprendamos acciones que vayan mas allá de la retórica o de la critica destructiva y ejerzamos como auténticos sonsoneños, el control social del buen uso del erario publico, los recursos naturales, el patrimonio arquitectónico, entre otros, y el deber ser de las instituciones, los funcionarios públicos y el de todo ciudadano.
… y más, porque este tiempo de pandemia, ante el poderío económico y de países, personas e instituciones, este momento, también es propicio para repensar el sentido autentico de la vida, frente a la fragilidad de la salud, el cambio de roles, costumbres y tradiciones que conlleven a la unidad, solidaridad y fraternidad de los sonsoneños.
Hoy, entonces, como sonsoneños, al unísono y con orgullo, entonemos, una vez más:
“Sonsón alza gallarda la frente
que ya brilla la aurora en tu azul,
eres grande, soberbia, potente
y la gloria te envuelve en su tul».
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Por: Carlos Alberto Ríos Jiménez