¿Sabías que en San Luis, Antioquia se encuentra la segunda población de palma de cera Ceroxylon sasaimae en Colombia? Esta es una de las especies endémicas más amenazadas del país, de la que solo se conocen pocas palmas adultas en el municipio de Sasaima, cerca de Bogotá, y en este municipio del Oriente de Antioquia.
Lo mismo ocurre con la palma mararay, endémica del municipio de San Carlos, de la que solo se tiene reporte de ocho individuos en una localidad, en un área severamente deforestada, lo que la hace altamente vulnerable.
Conscientes de la importancia que representan estos árboles para la biodiversidad del país, Cornare, a través del establecimiento de vedas regionales, pretende establecer restricciones y fomentar la investigación para 30 especies de flora que presentan peligro de extinción en la región.
Veda es una regulación del uso o aprovechamiento de ciertas especies, grupos taxonómicos o productos de la flora en el territorio a nivel regional o nacional, especialmente aquellos que se han identificado con alguna categoría de vulnerabilidad o amenaza para su conservación.
“Gracias a todos los inventarios que hemos realizado en nuestra jurisdicción, asociados con las áreas protegidas, los Planes de Ordenamiento y Manejo de Cuencas – POMCA, los Planes de Ordenación Forestal y alguna información de estudios de impacto ambiental, hemos encontrado algunas especies que presentan categorías altamente vulnerable o riesgo alto de extinción; a través de las vedas podemos visualizarlas en el territorio y gestionar acciones para su recuperación y preservación en el tiempo”, explica David Echeverri López, Coordinador del Grupo Bosques y Biodiversidad.
Luego de la identificación, el primer paso, entonces, es el establecimiento de vedas regionales que, además de las restricciones para el uso, buscan crear un mecanismo de investigación, propagación y restauración para que de esta manera cuando algún particular, organización o empresa requiera el aprovechamiento de alguna especie vedada, deba primero desarrollar acciones de manejo orientadas a su conservación.
Gracias al Acuerdo 404 de mayo de 2020 Cornare estableció una veda para estas 30 especies definidas carismáticas y de importancia para la conservación en la región, porque en su mayoría son endémicas para Colombia o para Antioquia, especialmente palmas y árboles que solo se ubican en ecosistemas únicos, donde su taxón está restringido a una ubicación geográfica muy concreta y fuera de esta ubicación no se encuentra en otra parte.
Algunas de las especies incluidas en el Acuerdo
El cagüí es una de las especies vedadas por Cornare porque está altamente amenazada, pero en San Luis tiene unos padrinos que se han encargado de protegerla. Se trata de la Corporación Ecocagüí, una organización que realiza actividades de sensibilización en la comunidad para promover su conservación.
“Hacemos caminatas ecológicas y salidas de campo con los estudiantes de las Instituciones Educativas por la vereda Las Confusas, donde habita el cagüí, con la idea de generar valor de este patrimonio natural; también para ofrecer otras opciones a las comunidades que quieran transformar sus actividades productivas en servicios ecosistémicos, mediante el reconocimiento y aprovechamiento de lo propio”, explicó Claudia Milena Naranjo, líder de esta Agrupación.
El cagüi, Caryocar amygdaliferum está presente únicamente en Santander, Antioquia y Chocó y fue incluida en la categoría de Vulnerable debido a que se estima que el 35% de sus poblaciones han sido disminuidas considerablemente como consecuencia de la alta explotación maderera.
Estas son algunas de las otras especies vedadas por Cornare que habitan en el territorio y que se deben proteger:
Aiphanes leiostachys (palma Mararay)
Es endémica del municipio de San Carlos, Antioquia, se conocen solo ocho individuos en una localidad, en un área severamente deforestada en la Quebrada La Chorrera. Dado su grado de endemismo esta especie está catalogada como Críticamente Amenazada (CR).
Ceroxylon sasaimae (palma de sasaima)
Es exclusiva de Colombia. Solo están presentes en una pequeña área, en la que se han contado cerca de 100 individuos en Sasaima y San Francisco (Cundinamarca) y en San Luis (Antioquia). El tamaño efectivo de la población se estima en menos de 50 individuos maduros, y por ello ha sido catalogado como En Peligro Crítico.
Wettinia hirsuta Burret (palma macana)
Se distribuye en Antioquia en el Magdalena Medio, San Carlos y San Francisco. Ha sido catalogada como Vulnerable debido a que su hábitat está fragmentado y amenazado por deforestación. Además, su población se ha visto disminuida en más del 30 % en los últimos 50 años.
Phytelephas macrocarpa (tagua)
Se distribuye en el Magdalena Medio y sus semillas se usan para botones y artesanías y las hojas para techar. Esta especie se encuentra Casi Amenazada y los pocos ejemplares registrados están en el municipio de Puerto Triunfo, donde se encuentra gravemente afectada por la ganadería.
Clathrotropis brachypetala (Aramata)
Esta especie, exclusiva de Colombia, ha sido registrada para la región del bajo Cauca y Magdalena Medio, en los departamentos de Antioquia, Bolívar, Cesar y Santander. Fue catalogada como En Peligro debido a que el 60% de sus poblaciones han sido objeto de intensa explotación maderera.
Colombobalanus excelsa (roble Negro)
Especie exclusiva de Colombia que está cataloga como Vulnerable pues su extensión de presencia es cercana a 1.100km2 conteniendo ecosistemas en continua disminución en su calidad de hábitat
Caryodaphnopsis cogolloi (yumbé)
Su distribución está restringida al cañón del Río Claro, específicamente se ha registrado en la Reserva Natural el Refugio Río Claro. Debido a las características de su madera es una especie usada para construcción local de estacones y esto ha generado una sobre explotación, disminuyendo sus poblaciones que además se ven afectadas por la pérdida de hábitat, en la que los bosques son remplazados por pastizales, áreas de explotación minera, entre otras.
Iryanthera megistocarpa A.H. Gentry
En Colombia se encuentra en la cordillera Central, en la vertiente del valle del Magdalena, entre las cuencas de los ríos Samaná Norte y río Claro en Antioquia. La especie se considera En Peligro, puesto que en Colombia tiene una extensión de presencia estimada en menos de 5.000 km2, ya que solo se han encontrado algunas poblaciones en el Oriente Antioqueño. Allí se distribuye en cuatro localidades, cuyos bosques han sido explotados selectivamente para madera de aserrío. En Cornare se tiene registro de esta especie en el DRMI Bosques, Mármoles y Pantágoras.
Magnolia silvioi (Guanábano de Monte)
Está reportada como Valor Objeto de Conservación en La Reserva Forestal Protectora Regional Punchiná. Es una especie exclusiva de Colombia y se considera En Peligro (EN), pues se calcula que tiene una extensión de presencia menor de 5.000 km2 y se conoce en menos de cinco localidades.
Fuente: Cornare