Colombia es el segundo país más rico del mundo en biodiversidad. Una de cada diez especies de fauna y flora habita en el país, por eso Cornare trabaja por la protección de la riqueza natural, especialmente la que está presente en las Áreas Protegidas y demás ecosistemas estratégicos de la jurisdicción.

Hoy se celebra el Día de la Biodiversidad, momento indicado para Cornare contar cómo avanza el Plan de Manejo del Área Protegida Distrito Regional de Manejo Integrado (DRMI) Bosques Mármoles y Pantágoras, la última en ser declarada por Cornare y una de las más biodiversas. 

Un Plan de Manejo permite determinar acciones de conservación, siempre en articulación con las comunidades que habitan estos territorios. En la actualidad, y en alianza con la Fundación Natura, a través de su proyecto Magdalena-Cauca VIVE, se implementa este Plan para el DRMI ubicado entre los municipios de Sonsón, San Luis, San Francisco y Puerto Trinfo.

Pero, ¿por qué se destaca esta área protegida en la jurisdicción? Se trata de un espacio de especial importancia ecológica que posee ecosistemas estrategicos como los bosques húmedos asociados al complejo Kárstico en donde están presentes los cañones del Río Claro, las cavernas, el paujil pico azul (Crax alberti) y el tití gris (Saguinus leucopus).

Además de estos Valores Objeto de Conservación, el Área contiene otras especies y ecosistemas estratégicos que hacen de ella un lugar biodiverso de 15.900 hectáreas, que Cornare protegemos con un equipo interdisciplinario que hace presencia en el territorio y que durante la cuarentena sigue atento a través de diferentes mecanismos virtuales.

“Por la cuyuntura del aislamiento preventivo implementamos una metodología de gestores locales, para tener mayor cercanía con las comunidades y lograr que se empoderen en la conservación del Área”, explica David Echeverri López, Coordinador del Grupo Bosques y Biodiversidad de Cornare.

En este mismo sentido, Alba Lorena García, Profesional Coordinadora del trabajo conjunto entre Cornare y la Fundación Natura, agregó que “tener un equipo local que viva en la misma Área Protegida fortalece el esquema de gobernanza que se quiere para el DRMI, pues vincula a la comunidad en el proceso”.

Esta estrategia permite además conservar los bosques en diferentes estados sucesionales presentes en el lugar, con altos reportes de especies endémicas con algún grado de amenaza y proteger la gran despensa de fuentes hídricas que confluyen en el río Magdalena.

Fuente: CORNARE