2. La enseñanza de Cristo es superior a la de todos los santos, y quien posea su espíritu encontrará en ella un maná escondido. Pero acontece que muchos, aunque escuchen con frecuencia el Evangelio, sienten poco deseo de practicarlo. Por lo tanto, el que quiera comprender y saborear plenamente las palabras del Maestro debe asimilar toda su vida a la de Cristo.
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Fuente: Tomas de Kenpis. La Imitación de Cristo. Edición Paulinas.