En el Museo Folclórico Casa de los Abuelos existe una Sala que por 20 años ha recuperado y salvaguardado el Patrimonio Arqueológico del Municipio de Sonsón. Hablamos con Luis Guillermo López Bonilla, Curador de la Sala Arqueológica, quien nos contó la historia de su fundación y de las piezas que allí se encuentran. Esto fue lo que nos dijo:
La Sala Arqueológica fue fundada en 1999, una época que fue muy dramática para Sonsón, en ese entonces la Alcaldía estaba atrincherada, había canecas, trincheras hechas por el ejército, la amenaza de una toma guerrillera era muy grande, además de la presencia de grupos paramilitares en todas las inmediaciones de Sonsón. Ahí disidimos arrancar con un proyecto cultural de recuperación de la memoria ancestral y de recuperación de todo lo que tiene que ver con la parte indígena en la formación de Sonsón y haciendo esa investigación encontramos un gran acerbo de piezas arqueológicas y nos dimos a la tarea de traerlas para fundar un museo. Allí participamos un grupo de sonsoneños que nos dedicábamos a estudiar en la universidad distintas carreras y cada uno desde su perspectiva pudo aportar, y desde la arquitectura, desde el diseño, la ingeniería civil y electrónica, logramos tener la Sala Arqueológica de Sonsón para ser abierta el 11 de agosto de 1999.
Después de esto la sala se convirtió en uno de los principales referentes en cuanto a la gestión de museos y proyectos culturales en Sonsón y de ahí se han venido dando procesos de más investigaciones arqueológicas y también de la conformación de la Red de Museos de Sonsón. Este es un año en el que queremos resaltar como la gestión cultural hecha desde los municipios puede traes buenos resultados, es un museo que es reconocido por el Sistema Nacional de Museos a través del Museo Nacional de Colombia, estamos inscritos, tenemos todas las piezas registradas ante el Ministerio de Cultura y el Instituto Colombiano de Antropología e Historia, hemos crecido mucho la colección y esperamos que se siga difundiendo.
Para este año queremos hacer la publicación de un catálogo de todas las piezas de la Sala Arqueológica a todo color, impreso en papel muy bonito y de distribución gratuita para que las entidades y las instituciones educativas tengan un pedacito de la Sala en sus sedes, y para que los estudiantes de Sonsón puedan acceder a información de primera mano acerca de la historia prehispánica, de la arqueología, y de cómo fue el poblamiento humano del territorio de Sonsón.
Hay muchas piezas, lo que hay detrás de ellas es un proceso de gestión cultural en el cual quienes nos dimos a la tarea de hacer la Sala tocamos puertas de instituciones públicas como la Sociedad de Mejoras Públicas que tenía algunas piezas, algunas piezas adquiridas por administraciones municipales, de colecciones privadas y de recolecciones que hicimos nosotros directamente visitando las veredas, hablando con los campesinos, mostrando que era un proyecto serio y la verdad, todas las piezas que tenemos han sido entregadas por la comunidad pero ya más recientemente hemos incorporado las piezas que salen de nuestras investigaciones y de investigaciones de otros colegas que han venido trabajando en Sonsón y que es una obligación de todo investigador tratar de dejar las piezas que rescata en los territorios donde ha hecho sus excavaciones.
Ahora los grandes proyectos de infraestructura que se vienen dando en Sonsón requiere que se haga arqueologías, me refiero específicamente a los proyecto mineros y a los proyectos de microcentrales eléctricas, estas han tenido equipo de arqueólogos haciendo las investigaciones previas a la construcción y también nos han venido entregando alguna cantidad de material; también debo decir que debemos estar atentos y seguir exigiendo a todos los proyectos que van hacer impactos ambientales sobre el suelos para que se den estos estudios arqueológicos.
«Yo veo ahora que el gremio de las grandes empresas aguacateras, no los campesinos, vienen, abren carreteras sin pedirle permiso a nadie, entran al territorio y no hacen ningún tipo de estudio que permita salvaguardar el patrimonio cultural. También es un llamado a esas grandes empresas aguacateras que sin va abrir vías internas, que si van abrir carreteras, si van a realizar actividades que puedan afectar el patrimonio arqueológico, pues que se pongan pilas, cumplan la norma y se encarguen de responder por los daños que hacen o que puedan llegar a hacer.» Luis Guillermo López Bonilla.
Tenemos piezas de 12 mil años de antigüedad, de las primeras personas que estuvieron habitando el Magdalena Medio, piezas de 10 mil años de antigüedad de los primeros agricultores que llegaron a Sonsón y piezas hasta la llegada de los españoles, son 12 mil años de historia que están contados a través de la colección de este museo.
Este Valle Alto estaba ocupado por los humanos desde hace por lo menos 10 mil años, las primeras personas que llegaron eran personas que no conocían ni el oro, ni conocían la forma de hacer cerámica pero si tenían unas herramientas de piedra con las que empezaron a tumbar bosques, a seleccionar plantas y a entrar en un proceso de domesticación de plantas para poder generar una seguridad alimentaria. Cuando se da esta seguridad alimentaria y las personas tenían una producción a mediana escala de maíz las comunidades crecieron y se empezaron a dar procesos de complejización social donde aparecen los caciques, los sacerdotes, los orfebres, los ceramistas y ya esto son unas comunidades mucho más complejas que dieron origen a lo que conocemos como los Armados o los Cui Cui que era la gente del Cacique Maitamá que estaba distribuida en distintas parcialidades, una de esas era la parcialidades era la parcialidad de Sonsón, que aparece reportada desde documentos coloniales muy antiguos.
Sonsón, Cui Cui, Purima, Cirigua, son nombres que todavía se conservan en archivos históricos, especialmente en Sevilla, España, hay unos juicios que se siguieron contra los indígenas del Cacique Maitamá, donde aparecen varios de estos nombres, pero a diferencia de muchas otras tribus circunvecinas, la que tenía una mayor jerarquía social eran los Armados cuyo poder estaba en manos de Cacique Maitamá y los demás indígenas le tributaban a él, por eso acá se da la fundación en la colonia de la ciudad de Arma, porque la estructura social de las comunidades indígenas permitió también, a través del mismo esquema en el que estaban organizados, que estas comunidades fueras entregadas a través de encomiendas a los españoles y que se diera la fundación de la ciudad de Arma que se funda en el cañón del río Arma pero al otro lado del río, no donde estaba el Cacique Maitamá que estaba en la vereda La Loma.