La Corte Constitucional de Colombia ha emitido un fallo trascendental que establece que las mascotas de un núcleo familiar no podrán ser embargadas en procesos legales como divorcios, cobros de deudas o bancos. Esta decisión, es un hito importante dentro de la justicia de familia en el país, respondiendo a la necesidad de reconocer a los animales de compañía como seres sintientes, cuyo valor va más allá de lo económico y legal, privilegiando su bienestar y su papel fundamental dentro de las familias colombianas.
El artículo 594 del Código General del Proceso establece una lista de 16 bienes que están protegidos de embargo, entre los cuales se incluyen objetos como condecoraciones, diplomas recibidos por logros destacados y uniformes militares. Sin embargo, este listado no había considerado a los animales como parte de las propiedades exentas. Los demandantes sostuvieron que esta omisión desconocía la protección que debe otorgarse a los animales de compañía, ya que su cuidado y tenencia se relacionan directamente con el ejercicio de derechos fundamentales.
Con esta decisión, la Corte se alinea con un enfoque más humanista que promueve el respeto y la protección de los derechos de los animales de compañía, evitando que sean tratados como meras propiedades. La sentencia establece que su tenencia y cuidado deben ser considerados aspectos de estabilidad emocional y bienestar para sus dueños, y no como bienes que puedan ser usados como garantía o parte de una liquidación patrimonial.
“Este fallo, representa un progreso significativo en la defensa de los derechos de los animales de compañía en Colombia, al reconocer que no pueden ser embargados en procesos legales. La Corte destaca la importancia de considerar a las mascotas como seres sintientes y no como bienes por lo que este fallo fortalece el vínculo emocional entre las familias y sus animales, y establece un precedente que protege su bienestar en disputas legales”, señaló Jimmy Jiménez, abogado de familia del bufete Integrity Legal.
La Corte Constitucional reiteró que la protección de los animales de compañía es coherente con la legislación vigente en Colombia, que ya reconoce a los animales como seres sintientes. La decisión marca un precedente importante, enfatizando que los lazos afectivos y el papel de las mascotas en la vida cotidiana deben ser protegidos en casos de disputas legales.
Esta decisión no solo brinda un respaldo jurídico a las familias que consideran a sus mascotas como parte esencial de su núcleo, sino que también fortalece el marco legal de protección animal en el país, promoviendo una mayor responsabilidad y cuidado hacia los animales. Con este fallo, Colombia se posiciona como un referente en la región en cuanto a la protección de los derechos de los animales.
Por: Sebastián Ibáñez, PR del bufete de abogados Integrity Legal
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