Todo esto es sacado de San Bernardo y de San Buenaventura; de tal suerte que, según ellos, nosotros hemos de subir tres escalones para ir hasta Dios: el primero, que es el más próximo a nosotros y el más conforme a nuestra capacidad, es María; el segundo, es Jesucristo; y el tercero es Dios Padre. Para ir hacia Jesús, es preciso ir a María, pues es nuestra medianera de intercesión; para ir al Padre Eterno es menester ir a Jesús, que es nuestro mediador de redención. Ahora bien, por medio de la devoción que a continuación explicaré, se guarda perfectamente este orden.

Fuente: Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen María y el Secreto de María

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