Cornare, en su ejercicio de autoridad ambiental y su compromiso con el apoyo en la gestión del riesgo en la región, realiza constante monitoreo de los niveles de las fuentes hídricas y con mayor rigurosidad en la estrella fluvial del río Negro, para evaluar las inundaciones y dinámicas fluviales y socioeconómicas recientes, que se han registrado durante la temporada de lluvias en diferentes zonas del territorio.
Después de adelantar recorridos alrededor de las quebradas La Pereira, La Marinilla (a su paso por Marinilla y El Santuario), La Mosca y el río Negro, en todo su camino hasta su desembocadura en el embalse Peñol-Guatapé, la corporación entregó algunas consideraciones y conclusiones importantes frente a las emergencias presentadas. Además, lanzó un llamado urgente a los entes territoriales y en general a todas las entidades competentes, a realizar mayor control para evitar que se ejerzan actividades alrededor de las rondas hídricas.
“Lo que estamos encontrando es que hay muchos movimientos de tierra en áreas aledañas a las rondas hídricas, también algunos proyectos urbanísticos que se están desarrollando en esos sectores, una alta presión a la llanura de inundación de los ríos con llenos inadecuados e invasión de la ronda hídrica, entre otros. Esto está causando alta sedimentación y está disminuyendo la capacidad de evacuación del cauce, lo cual genera represamientos e inundaciones”, explicó Diana Henao García, subdirectora de Planeación de Cornare.
La funcionaria agregó que la evaluación que han hecho de las inundaciones recientes en la estrella fluvial del río Negro y en todas las que se han presentado este año desde abril, dan cuenta de que el río y las quebradas aledañas siguen comportándose acorde a su ronda hídrica y coinciden en general con la temporada invernal del Fenómeno de La Niña del 2010-2011, en la que se registraron inundaciones severas, particularmente en el río Negro, quebrada La Mosca, La Pereira y La Marinilla. “El monitoreo nos da cuenta de que las inundaciones han sido muy similares y reflejan una huella hídrica muy concordante con el periodo de retorno de los 100 años, tal como se presentó en el 2010”, dijo Diana Henao.
Finalmente, Diana recalcó que para un adecuado crecimiento urbanístico de los municipios se requiere el cumplimiento de la normatividad existente en los Planes de Ordenamiento Territorial y a los determinantes ambientales en lo que corresponde a los retiros a la ronda hídrica y al acondicionamiento de los terrenos.
A continuación, se detallan las razones principales por las que se estarían presentando frecuentes inundaciones durante esta temporada invernal en diferentes puntos específicos que hacen parte de la estrella fluvial del río Negro:
Río Negro, municipios de El Retiro y Rionegro:
Los caudales aportantes del Río Pantanillo y La Agudelo, sumados al vertimiento del embalse La Fe y los caudales de la quebrada La Pereira, han incrementado los niveles de inundación del río.
Es importante destacar que, en épocas de invierno, EPM no bombea a la represa La Fe y pasa todo el caudal del río Pantanillo al río Negro. No quiere decir eso que se abrieron compuertas.
Barrio Las Playas, municipio de Rionegro:
A su paso por el barrio Las Playas, la cota del nivel del río es superior a la cota de las tuberías de desagüe de aguas lluvias, por lo que no alcanza a drenar generándose la inundación del sector.
En este barrio se construyó un tablestacado que es una obra que impide inundaciones y desde su instalación no ha sido superado por la creciente del río, lo que indica una buena medida de mitigación. Las emergencias que se presentan allí están asociadas a la deficiente escorrentía de aguas lluvias.
La Mosca, municipios de Guarne y Rionegro:
A la altura de Laboratorios ECAR, jurisdicción de Rionegro, se han presentado inundaciones en predios que se preparan para ser urbanizados; la cercanía de entrega al río Negro genera remansamiento del caudal de la quebrada La Mosca provocando inundaciones.
En todo su recorrido aguas arriba, la quebrada está ocupando la llanura de inundación que le es propia.
La Marinilla, municipios de Marinilla y El Santuario:
En el sector Alcaravanes, cercana a la entrega al río Negro, la quebrada se remansa; es muy notoria la presión urbanística de esta área, presentándose inundaciones severas que no permiten el paso vehicular desde el puente que está sobre la quebrada.
En el paso por el área urbana del municipio, la quebrada se represa en puntos que tienen barras de sedimentación acumuladas, pero su canal se comporta conteniendo el periodo de retorno para el cual fue diseñado.
En el paso por el área urbana del municipio de El Santuario, las inundaciones se generan por falta de capacidad de evacuar las aguas lluvias que se recogen desde las calles y vertientes, y la entrega de quebradas afluentes al cauce principal que ya tiene toda la capacidad de transporte de caudales copada, por la acumulación de precipitaciones sobre la cuenca.
La Pereira
A la altura de La Cucharita, vía Rionegro – La Ceja, se presentan constantemente inundaciones que afectan la movilidad, lo anterior por la existencia de una pequeña fuente que no alcanza a llevar sus caudales a La Pereira, tanto por los altos niveles del río como por la carga de caudales y sedimentos que generan el represamiento y la saturación de sus aguas. Lo anterior también sucede por las presiones urbanísticas en la microcuenca.
Recomendaciones a la comunidad regional, instituciones y entes territoriales:
Por la anterior, Cornare insta a los alcaldes a mantener permanentemente activos los Consejos Municipales de Gestión del Riesgo durante la temporada y acometer las obras de prevención y mitigación necesarias; a las oficinas de planeación a abstenerse de otorgar permisos de movimiento de tierras y licencias urbanísticas al interior de la ronda hídrica y con especiales medidas de manejo en las áreas aferentes; a las inspecciones de policía a mantener el control activo sobre actividades inadecuadamente realizadas; a los operadores viales y municipios a adelantar las evaluaciones y medidas de mitigación y corrección respectivas, para garantizar el buen drenaje de aguas lluvias en el sistema vial y así evitar afectaciones como movimientos en masa y taponamiento de fuentes hídricas.
Fuente: Cornare