Herrar un caballo es una tarea muy importante, tanto para el equino como para su dueño, pues la herradura no permite que estos órganos se vean afectados por el terreno, que por lo general siempre es agreste y pedregoso.
Herrar un caballo es una tarea muy importante, tanto para el equino como para su dueño, pues la herradura no permite que estos órganos se vean afectados por el terreno, que por lo general siempre es agreste y pedregoso.