1. Si no quieres verte sumergido en un abismo de dudas, guárdate de indagar con una inútil curiosidad este profundísimo sacramento.
El que se mete a escudriñar la Majestad será oprimido por su gloria (Prov. 25, 27). Dios puede hacer más de lo que el hombre puede comprender.
Se puede tolerar una piadosa y humilde investigación de la verdad, siempre dispuesta a ser iluminada y a seguir las enseñanzas según las sanas opiniones de los Padres de la Iglesia.
2. Bienaventurada la sencillez que abandona las escabrosas sendas de las cuestiones difíciles y camina por el llano y seguro camino de los mandamientos de Dios. Fueron muchos los que, por investigar honduras, han perdido el espíritu de piedad.
A ti se te pide fe y vida sencilla y no inteligencia elevada y conocimiento profundo de los misterios de Dios. Si no entiendes y comprendes las cosas que están por debajo de ti, ¿cómo entenderás las que están arriba?
Sométete a Dios y adecúa tus facultades a la fe y te será otorgada la luz de la ciencia según te sea útil y necesaria.
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Fuente: Tomas de Kempis. La Imitación de Cristo. Edición Paulinas.