6. En muchos hay ignorancia, especialmente en aquellos que poseen poca luz interior y raramente saben amar a alguien con puro afecto espiritual. Una inclinación natural, una amistad humana les inclina más a unos que a otros y conciben su actitud hacia los santos del cielo de la misma manera que la que profesan hacia los hombres de la tierra.
Sin embargo hay una diferencia incomparable entre lo que piensan los hombres alejados de la perfección y los conocimientos que por revelación celestial pueden alcanzar los iluminados.
Lea también: No hay nada que pueda distraer o rebajar a los santos
Fuente: Tomas de Kempis. La Imitación de Cristo. Edición Paulinas.