El Día Internacional de las Montañas de este año es una jornada para celebrar la alta biodiversidad en las montañas y hablar de las amenazas a las cuales se enfrentan.
Las montañas se destacan como unos de los paisajes más espectaculares del mundo. Su topografía única, zonas climáticas comprimidas y aislamiento han creado las condiciones para un amplio espectro de formas de vida.
Los ecosistemas de montaña son ricos en biodiversidad. Estos ecosistemas abarcan una gran diversidad de especies de fauna y flora, muchas de las cuales son endémicas. Gracias a su topografía diferenciada en términos de altitud, pendiente y exposición, las montañas ofrecen oportunidades únicas para los cultivos, la horticultura, el ganado y especies forestales.
Por ejemplo, en Sonsón las montañas que conforman el Complejo de Páramo poseen una gran biodiversidad de especies, que contribuyen a la regulación del clima y conservación del agua. Además, cumplen un papel fundamental en la generación de oxígeno, medicinas y alimentos.
Sin embargo, el cambio climático, las prácticas agrícolas insostenibles, la minería industrial, la tala y la caza furtiva tienen un alto costo para la biodiversidad de las montañas. Además, los cambios en el uso y cobertura del suelo así como los desastres naturales, pueden acelerar la pérdida de biodiversidad y contribuir a crear entornos frágiles para las comunidades de montaña. La degradación de los ecosistemas, la pérdida de los medios de vida y la migración de las poblaciones que viven en las montañas, pueden conducir al abandono de las prácticas culturales y las tradiciones que han mantenido la biodiversidad de las montañas durante generaciones.
La gestión sostenible de la biodiversidad en las montañas se reconoce cada vez más como una prioridad mundial. La meta cuatro del Objetivo de Desarrollo Sostenible 15 corresponde a la conservación de la biodiversidad en las montañas considerando su importancia global.
Consultado en: https://www.un.org/