Era un día de mercado en Santafé de Bogotá, el pueblo estaba cansado y decidió despertar. No quería ese gobierno, formado por Españoles, parecía un fuerte invierno de maldades y opresiones. Por eso un grupo de criollos se reunió para pensar cómo armar grandes embrollos y empezar a gobernar. Los famosos chapetones preparaban en silencio la visita esperada de Don Antonio Villavicencio. Los criollos organizaron un ataque muy prudente y fue por ello que mandaron a visitar a Llorente. José González Llorente, un Español vendedor agresivo e imprudente fue de los criollos perseguidor. Morales fue a visitarlo pareciendo muy paciente, dispuesto a solicitarlo aunque odiaba a Llorente. Le dijo que por favor le prestara tal florero que sería un honor lucirlo en tan magno evento. La negativa indecente que le dio al chapetón, hizo del florero de Llorente, el inicio de la revolución. El pueblo se reunió y maldijo a los chapetones, y Carbonell convocó a un grupo de pensadores. Declaró Cabildo Abierto y cuando vio la asistencia de los criollos bien dispuestos leyó el Acta de Independencia. El Autor de esta Acta, “Chispero de la Revolución”: José Acevedo y Gómez gran legado nos dejó. Ese fue el primer Congreso y se diría que los pies de lo que hoy es la República. Gracias a mil ochocientos diez.
Por: Anamerce Marto.
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